lunes, 15 de junio de 2015

Terminó el curso 2014-2015

El miércoles 10 de junio cerramos el curso 2014-2015 con la celebración del acto de entrega de premios del XIV Concurso Literario del instituto. La ceremonia se completó con el reparto de diplomas por parte de los distintos departamentos, con la interpretación de varias piezas musicales y con la fabulosa representación de la mojiganga Las visiones de la muerte, de Pedro Calderón de la Barca, a cargo de los alumnos de Taller de Castellano de 2º de ESO.

Os dejamos con algunas fotos del acto y con el vídeo de las entrevistas a los premiados. 

¡Enhorabuena a todos y todas y feliz verano!




















viernes, 12 de junio de 2015

Por el camino del éxito



Por el camino del éxito



Lo más difícil de aprender en la vida es saber qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar.

Bertrand Russell (1872-1970)


Estimados alumnos y alumnas:

Estimados padres, madres y tutores, abuelos y abuelas, tíos y tías, hermanos y hermanas, familiares y amigos en general:

Estimados compañeros y compañeras:


Quiero felicitar, en primer lugar, a todos los alumnos que hoy se gradúan. Y los felicito con plena conciencia y con enorme alegría, porque en su mayor parte han sido alumnos míos durante este curso (4º de la ESO) y, además, con el resto de alumnos (2º de PCPI de Peluquería) he tenido contacto en la vida del centro. Pero quiero que mi felicitación más efusiva, afectiva y satisfecha vaya a mi grupo de alumnos de 2º de PCPI de Jardinería, con quienes he tenido la enorme responsabilidad compartida de que este proyecto educativo que empezó hace dos años llegara a buen puerto. Enhorabuena a todos por haber sido fieles a vosotros mismos y por haberos permitido crecer como personas en muchos sentidos.


Mi felicitación emocionada, agradecida y sincera se dirige también a vuestras familias ─entendida esta en un sentido muy amplio─, que os han apoyado incansablemente en vuestro difícil camino y que luchan a diario por vosotros y por conseguir que seáis personas de provecho. Ellos merecen hoy aquí un sincero y contundente reconocimiento, porque viven generosamente por y para vosotros, dejando para después sus necesidades.

Mi otra gran felicitación se dirige al conjunto de profesores que os han ayudado a conseguir vuestros objetivos. A mí siempre me ha gustado definir a un maestro o maestra de una manera muy sencilla, para que todos lo entiendan. Para mí, un maestro, un profesor es una persona que ayuda. Ellos también han tenido la paciencia necesaria, la responsabilidad diaria de enseñaros y, por encima de todo, el compromiso personal y profesional de haceros mejores. Infinitas gracias al conjunto de profesores que os han acompañado en vuestra travesía a la hora de cruzar este puente. Gracias, Gustavo, por tu flexibilidad a la hora de afrontar las clases. Gracias, Paqui, por inocular en los alumnos tu curiosidad por la historia. Gracias, Nacho, por enseñarlos que, más allá de los contenidos, existe la vida. Y gracias, Elena, por tu perseverancia y por aceptar retos en apariencia imposibles. Gracias también a Maite Mohedano, profesora del módulo de Jardinería que nos acompañó el curso pasado; a Susi Bochons, profesora del ámbito científico-matemático del curso pasado, y a Fernando Guillén, profesor de Educación Física del curso pasado también. Mi reconocimiento también para Mª Carmen Sanz, orientadora del curso pasado, y para Sara Polo, orientadora durante este curso, que ha ayudado de forma magistral al conjunto de alumnos a la hora de decidir y concretar sus itinerarios académicos.

Decía Bertrand Russell que en la vida es muy importante saber qué puentes hay que cruzar y qué puentes hay que quemar. Vosotros acabáis de cruzar un puente, el primero que marcará toda vuestra trayectoria profesional y vuestro periplo vital. El puente que habéis cruzado ─el de la formación básica y general de la Educación Secundaria Obligatoria─ a primera vista parece un mero trámite administrativo con el que se puede buscar un trabajo u obtener el carnet de conducir y poco más. Nada más lejos de la realidad, chicos y chicas. Quiero pensar que las enseñanzas que hemos compartido durante estos años van más allá del hecho de realizar un número indeterminado de exámenes, presentar a tiempo el trabajo de lectura o asistir con puntualidad cada mañana a clase...

Es evidente que todas las actividades de clase que realizamos los profesores y profesoras para medir vuestras competencias académicas revisten una gran importancia en vuestro desarrollo intelectual, pero hay otro tipo de aprendizajes mucho más personales que nos interrogan, cuestionan y nos incitan a conocer más de nosotros mismos. Este tipo de aprendizaje se muestra invisible en el expediente académico de tantos y tantos alumnos, pero es el agente responsable de que los aprobados, notables y excelentes hagan acto de presencia en los boletines de notas. En otras palabras, para conseguir el éxito académico, es del todo necesario que nuestros alumnos tengan un clima propicio de estudio, que sus familias tengan altas expectativas y plena confianza en ellos y, además, que se interesen y participen en todo momento de este bello camino de aprendizaje. Es necesario también que los mismos alumnos se conozcan y que se reconozcan en su singularidad, que sean honestos consigo mismos y que estén siempre dispuestos a ayudar y a ayudarse a sí mismos (a no ponerse zancadillas). Reconozco que es muy complicado medir este tipo de aprendizajes que los alumnos y alumnas realizan casi sin darnos cuenta, pero están ahí, y si nos esforzamos por verlos, el camino del éxito ya no será una escarpada rocha que no tiene fin, sino una confortable vía llana que da gusto recorrer y recorrer. En definitiva, una educación que no promueva el autoconocimiento y la alegría por la vida está irremediablemente abocada al fracaso. En este sentido, la escuela tiene la permanente responsabilidad de propiciar el autoconocimiento personal, porque del resultado de ese autoconocimiento se derivará una armonía en la relación consigo mismo y con los demás, y con ello se alcanzarán los objetivos soñados.

Yo espero haberos mostrado que con respeto y con un proyecto de vida sólido podréis llegar adonde os propongáis. Espero haberos mostrado también que las personas decidimos en qué queremos convertirnos: o en máquinas de hacer sufrir a los demás o, por el contrario, en máquinas de hacer el bien.

Eugen: gracias por tu simpatía, por tu facilidad para hacer amigos, por tu ayuda desinteresada a los demás, por tu facilidad para comunicar, por tu capacidad de transmitir ese entusiasmo tan hondo y sincero por la música.

Eric: tras cuatro cursos ininterrumpidos formándote, creo conocerte un poquito. Gracias por haber asistido a tu crecimiento personal, por haber dejado atrás el victimismo y las quejas. Gracias también por tu simpatía y por tu colaboración.

Miguel: gracias por tu ejemplo, por tu madurez y por ser puntal indiscutible en la clase, por tu valentía y por tu compromiso.

Florian: gracias por tu perseverancia, por tu esfuerzo, por tu locura algo absurda (pero simpática), por tu ayuda a la hora de hacer llegar mis innumerables mensajes al grupo whatsapp de clase con tantas y tantas instrucciones.

Alberto: gracias por tu curiosidad, por haberme entretenido con tus interesantes conversaciones y discusiones positivas, que han sido muchas. Por tu ganas de saber cada vez más, por tu civismo y gracias por llevarme (casi siempre) la contraria.

Andrei: gracias por tu simpatía, por tu buen hacer en clase, por tu capacidad de poner paz donde hay conflicto, por tu esfuerzo y compromiso, por trabajar sin descanso hasta conseguirlo.

Javi: gracias por permitirnos a los demás asistir a tu crecimiento; han sido cuatro largos años, pero creo que ha merecido la pena. Tienes todavía muchas cosas buenas que demostrarte y que demostrarnos: tiempo al tiempo. Gracias también a Amparo Tormo, educadora de vocación, que ha sido una pieza clave en tu progreso personal.

Adrián: gracias por permitirte iniciar un cambio personal, por hacerme caso en lo que te he aconsejado, por creer más en ti para no convertirte en quien no quieres ser.


La vida es un continuo tránsito de toma de decisiones. A medida que crecemos, las decisiones son cada vez más importantes. Hoy vosotros estáis llamados a dejar este puente atrás (el de la Educación Secundaria Obligatoria) y a iniciar la ingente y maravillosa aventura de cruzar nuevos puentes: algunos de vosotros os vais a adentrar en el exigente ámbito de las enseñanzas académicas de Bachillerato, que supone mucho esfuerzo, responsabilidad, creatividad y compromiso por el trabajo bien hecho. Otros habéis elegido cruzar un nuevo puente que se llama Formación Profesional, que también exige altas dosis de compromiso, entrega y entusiasmo, en busca de una profesión que os permita desarrollaros como personas válidas y comprometidas con la sociedad. Todos los puentes son válidos y todos tienen la misma importancia, porque todos esos puentes que se cruzan con actitud valiente y decidida están construidos con los mismos materiales. Estoy muy contento de que hayáis tomado la sabia decisión de cruzar estos nuevos puentes: no los queméis, puesto que son para toda la vida.

 
¡MUCHAS GRACIAS Y FELICIDADES!

Santiago Vicente Llavata (tutor de 2º de PCPI de Jardinería)